NUESTRA SEÑORA DEL CASTILLO: PATRONA EN LA VILLA DE CHILLÓN
En estos párrafos me quiero centrar en realizar una pequeña descripción y
síntesis de una de las piezas claves del patrimonio histórico artístico de
Chillón, así como devocionario de gran cantidad de personas fieles y devotas de
la imagen de la virgen del Castillo, patrona de la villa de Chillón desde el
siglo XII. Aproximándose estas fechas de Agosto, se comienzan a contar los días
que quedan para producirse uno de los momentos más importantes para el pueblo
de Chillón, como es la entrada en el pueblo de la patrona procedente de su
ermita en el castillo hasta su iglesia parroquial de San Juan Bautista y Santo
Domingo de Silos. Pero yo en estas líneas me centraré en mostrar un poquito de
la historia de dicha imagen, que tan gran devoción e importancia tiene para sus
habitantes.
Durante el proceso de la
Reconquista cristiana, en estas tierras se produjeron una serie de
acontecimientos de gran relevancia que marcaran un precedente de lo que años
más tarde será la toma de la ciudad Califal (Córdoba) de la mano de Fernando
III “El Santo”. Chillón con su castillo enclavado en lo alto de una sierra
próxima a Sierra Morena siendo el punto de unión, estratégico y de vigilancia
de las regiones de Extremadura, Al- Ándalus (Andalucía) y Castilla (cristiana).
Será un lugar de gran importancia en la Reconquista debido a su posición.
En punto alto de la sierra sur de la villa de Chillón, se
alzaba un castillo musulmán que tenía vigilancia del tránsito hacia el sur
peninsular y Córdoba. Era el año 1155 cuando se produjo de la mano del rey
Alfonso VII la toma del castillo de Chillón a los musulmanes y el traslado de
su frontera cristiano-musulmán más al sur. Tomado este castillo, al igual que algunos de sus
alrededores, desde los cuales se tiene visión y vigilancia entre ambos como son
el de Capilla, Puebla de Alcocer (Extremadura) y Santa Eufemia (Andalucía), así
como el castillo que las crónicas citan de Aznaharón situado en una sierra
próxima al río Valdeazogue.
Alfonso VII tras Reconquistar estas tierras y ocupar su
castillo, cuentan las crónicas que trajo consigo la imagen de la virgen del
Castillo la cual es venerada desde entonces en ese mismo lugar, donde años más
tarde terminó erigiéndose su propia ermita. Pero este avance cristiano terminó
siendo un retroceso cuando los almohades retomaron estos lugares, llegando
incluso a Alarcos (1195). Con la toma del castillo de Chillón, la historia nos
habla de la orden del monarca de resguardar la imagen en una cueva próxima al
castillo, donde permaneció oculta. Años más tarde el monarca Fernando III “El
Santo” llevará definitivamente la Reconquista de estos lugares, sus habitantes
y su castillo en 1227, años antes de su obra maestra que será la toma de
Córdoba.
La leyenda popular, sobre la virgen del Castillo, que a
lo largo de los siglos (en el pueblo de Chillón) se ha ido trasmitiendo de
generación en generación es la siguiente: “En un crepúsculo vespertino,
apacible y luminoso, un pastor que por entre aquellos riscos apacentaba su
ganado, creyendo se trataba de una cabra descarriada del rebaño, rápido, movió
su honda y disparó certera pedrada al bulto que vislumbrara. El pobre pastor
quedose desvaído y al reponerse de nuevo vio con asombro que lo que el creyera
se una cabra no era tal sino una imagen de Nuestra Señora, quien,
milagrosamente, permitió que desde entonces su nacarado rostro llevase impresa
la huella amoratada del golpe.
Entre pena y dolor, tras
recoger su ganado, dirigiéndose veloz a la villa a narrar lo ocurrido. El
asombro se apoderó de todos. Incrédulos unos, gozosos otros, todos corrieron
por la empinada cuesta hasta llegar al castillo y dirigiéndose a la cueva,
pudieron comprobar que el pastor había sido veraz. Allí estaba la imagen de la
Virgen, que en adelante había de ser la Divina Pastora de nuestras tierras.
Bajándola al pueblo,
obsequiáronla, ofreciéndole su amor; pero…al día siguiente la imagen no estaba.
Buscaron la temerosos hasta que al fin volvieron a encontrarla de nuevo en la
misma cueva del castillo (así ocurrió varias veces). Por lo que todos los
vecinos comprendieron el designio divino de que Nuestra Señora del Castillo
quería reinar sobre aquellas tierras desde lo alto de la sierra, en el mismo
lugar de su aparición. Por esto, nuestro antepasados construyeron dentro del
murado reciento la ermita donde hasta hoy se venera”[1].
En estas líneas hemos podido conocer la historia y
leyenda que rodea a la figura e imagen de la patrona de Chillón, Nuestra Señora
del Castillo, que se venera con gran fervor desde su descubrimiento y
llegada a estas tierras. Su ermita está situada
dentro del antiguo castillo, donde se encuentra la imagen durante todo el año
hasta que es bajada a la villa el 12 de agosto de cada año permaneciendo aquí
en el pueblo durante unos meses. Posteriormente vuelve a ser subida el primer
domingo de Octubre. La virgen del Castillo es una pequeña talla Románica del siglo
XII, de gran valor histórico-artístico y devocionario para los vecinos de la
villa de Chillón, siendo considerada la joya de la corona de este pequeño
municipio ciudadrealeño. Esta talla del Románico, durante siglos, se veneraba
en su estado original y sin vestiduras ni mantos, será con la llegada de la
corte de los Borbones cuando entre en España la moda de vestir las imágenes de
las vírgenes y santos con ricos mantos, bordados y joyas. Tradición que se
mantiene hasta la actualidad, pues incluso la imagen de la virgen del castillo
aparece vestida con ricos mantos bordados en oro, joyas y coronas de gran
valor, aunque en ciertas ocasiones la virgen es presentada mostrando su rica
talla Románica del siglo XII.
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